{jcomments on}Aquellas pistas al aire libre

En la década del 50, cuando comienzo mi actividad con la música, recuerdo que en cada barrio había un club, algunos muy modestos, otros no tanto y los encumbrados que siempre estaban en el centro de la ciudad. No tengo datos precisos ,pero creo, que en la actualidad no quedan de ellos ni un cincuenta por ciento. Es cierto, y ya lo he comentado en otras notas, que los fines de semana el diario dedicaba tres páginas enteras a los bailes, y era muy común que varios clubes realizasen sus reuniones danzantes a muy pocas cuadras el uno del otro. La música se oía a mucha distancia ya que estas se llevaban a cabo en pistas al aire libre, pues no todas las instituciones contaban con salones, esas pistas tenían un encanto especial.

En una punta el escenario, techado, en la otra el bufet, en un costado los sanitarios, y en otro sector se ubicaban las mesas y sillas de chapa que además eran plegadizas, casi todas las cedía la Cervecería Quilmes, cuanto mayor era la compra de bebida más mesas dejaban, estas eran para las grandes familias o grupos de amigos que tenían mayor poder adquisitivo, las mamas que llevaban a la nena, se acomodaban lo mejor posible alrededor de la pista en banco largo de madera contra la pared que servía de respaldo, me imagino como quedarían esas heroicas madres luego de estar sentadas durante cinco o seis horas vigilando a su niña. Completando el panorama, las pistas que tenían muy poca iluminación, eran adornadas por metros y metros de cable con lámparitas de colores. Que hermoso era ver desde el escenario a tanta y tanta gente bailando y divirtiéndose en esas noches de verano bajo un cielo estrellado y sintiendo el olor a rocío. Otros clubes, y por nombrar alguno digo: Reconquista, Unión Vecinal, tenían un escenario con dos bocas, una hacia la pista, y otra para el salón, eran los bailes que nunca se suspendían, por las condiciones climáticas...siempre cuento que he visitado desde los bailes más humildes hasta los más lujosos, recuerdo que existían entidades barriales que no tenían ni piso de cemento, solamente tierra a la que de tanto en tanto se le regaba levemente y tampoco medianera, sino un alambrado al que se le colocaba bolsas de arpillera para que los que estaban del lado de afuera no pudiesen observar, imaginan ustedes como quedaban los zapatos y la ropa del polvo que levantaban los bailarines. Pero lo que más llamaba la atención era que todos los hombres, adultos y jóvenes, lucían traje y corbata. En grandes carteles que se colocaban en la puerta anunciando el bailes, también se leía: "la Comisión se reserva el derecho de admisión", y con el correr de los años se cambio por la frase "Vestimenta elegante sport".....ah!!!!! que hermosos bailes en aquellas pistas al aire libre.

 
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