{jcomments on}Teatro del lago Martín Fierro

Corría el año 1958, recuerdo que por las tardes de sol mi amigo Luis Fiori y yo partíamos en la "Siambreta" rumbo al bosque platense, para ser más preciso al Teatro "Martín Fierro". Resulta que Luis era amigo del hijo del casero del lugar, esto nos permitía poder acceder a esas instalaciones sin inconveniente alguno.

El paisaje era hermoso, especial para que jóvenes como nosotros, pudiesemos ir proyectándonos hacia el futuro. Las plantas con su verde intenso y en grandes cantidades, sobre la avenida los majestuosos eucalíptus, la gruta intacta y con su chorro de agua cristalina, y si hablamos de agua podemos decír que la del lago estaba totalmente limpia, una verdadero espejo en donde nadaban la gran cantidad de gansos que poco a poco fueron desapareciendo. Los viejos botes de madera atados a la orilla a la espera de algún improvisado navegante.

Paz y tranquilidad sobre todas las cosas. El Teatro en las horas que lo visitabamos no tenía actividad, entrando al escenario se veía en un costado los instrumentos de la banda, en ese momento la de el Ministerio de Educación que ensayaba allí dado que el anfiteatro estaba bajo su órbita. Muchos creen que el teatro es solo el escenario y las plateas, por el contrario, en la parte interior tiene muchas comodidades, camarines, cabina de sonido, oficinas, vestuarios, sala de utilería, depositos y hasta un sitio para el buffet. Nosotros nos ubicabamos en las butacas de la platea en donde charlabamos amigablemente o en ocasiones sobre el cesped de los floridos jardines que rodeaba el teatro a orillas de las verdes aguas. Pero las vueltas del destino quizo que doce años después yo tuviese la oportunidad de trabajar en ese bello lugar. Ingrese a la Banda Sinfónica y todas las mañanas ensayabamos música clásica como también popular, los domingo brindabamos conciertos que fueron inolvidables, la gente de abarrotaba en la puerta de la entrada principal para transponer el puente de hierro y acceder a la isla en donde esta enclavado el anfitiatro, en ocasiones no había más comodidades, pero la multitud se quedaba de pie sobre las glorietas escuchando con atención. Las 2.400 plateas de hierro y madera eran insuficientes, con el tiempo se fueron haciendo otros espectáculos, entre ellos, de Rock y la juventud desenfrenada cometía ciertos desmanes que fueron mermando las butacas, las de adelante sufría la peor parte, por lo que se las debía reemplazar con las de atrás. Era muy dificil mantener semejante edificio, los integrantes de la banda dejaban sus instrumentos y tomaban, palas, pinceles y todo tipo de herramientas y embellecian el lugar, esto ocurrio en 1963 con la llegada del Maestro Sebastian Lombardo que rescato al predio. En 1978 un siniestro arrazó el Teatro Argentino de La Plata, eso hizo que todos los cuerpos artísticos del primer coliseo se mudasen al bosque, dada la gran cantidad de gente que trabajaba allí, las instalaciones se fueron deteriorándo. En la actualidad se encuentra a cargo de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires. Siempre hubo allí espectáculos de todo tipo, cine, teatro, ballet, conciertos, títeres, etc., aunque en los últimos años no se le daba la importancia que debía tener y esto lo puedo asegurar ya que viví en el lugar los mejores años de mi vida, nada menos que 25. La historia es más larga pero sería muy dificil de contar.

 
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